El pasado jueves 27 de febrero nos dejó Arsenio Fernández,
infatigable luchador antifranquista y firme defensor de la democracia y los
derechos de los trabajadores.
Nacido en 1929 en Galicia, sufre desde bien pequeño la
represión franquista, cuando un tío suyo es enviado a la cárcel de Lugo acusado
de ser comunista. En 1956 llega a Terrassa y a los pocos meses entra en contacto
con los núcleos organizados del PSUC, dónde coincide con camaradas como López
Neiro, Antonio Casas, Cipriano García, Bartolomé Baños, Juan Martínez, etc.
Participa activamente en la lucha antifranquista, trabajando
en la organización del PSUC en la clandestinidad y movilizando a las clases
trabajadoras. A causa de su activismo social y su ideología comunista, fue
detenido por la policía del régimen, siendo juzgado por un Consejo de Guerra y
entrando en la cárcel donde estuvo 3 años y medio. Pese a sufrir torturas y ser
incomunicado durante su estancia en prisión, siguió luchando y participó en
huelgas de hambre.
A su salida de la cárcel continuó con su militancia en el
PSUC y el movimiento vecinal. Su trayectoria vital nos enseña como en las
circunstancias más duras y adversas, personas como Arsenio se opusieron a la
dictadura fascista y consolidaron, con su ejemplo de lucha y dignidad, el
régimen de libertades democráticas.
Por último, no puede entenderse su lucha sin reconocer la
figura de su esposa Leticia Díaz. El activismo político de Arsenio fue
complementado con el sacrificio y apoyo de Leticia, que crió a sus hijos cuando
estuvo preso y fue un soporte indispensable para él en todo momento.
Hasta su último aliento, Arsenio Fernández ha sido un comunista
ejemplar y su muerte supone una pérdida insustituible para nuestro partido el
PSUC-viu, y en especial para la agrupación local de Terrassa.
Que la tierra te sea leve, camarada.
Que la tierra te sea leve, camarada.
Hasta la Victoria siempre !