dilluns, 25 de desembre del 2006

Homenaje a José López Neiro

Memoria de la lucha antifranquista en Terrassa

Este texto que hoy ve la luz (conferencia del 24 febrero de 2006) lo hace en recuerdo de una persona que hoy no nos pudo acompañar. Es un sencillo homenaje a este y otros tantos luchadores antifranquistas y se refiere no sólo a López Neiro, sino a otros muchos y muchas luchadores que han luchado de forma anónima.

José Luis Lacueva


Antes que nada querría agradecer al responsable que se le ocurrió que fuese yo quien ofreciera unas pinceladas históricas, combinando el trazo grueso con el fino, en este acto, especial y emotivo, de homenaje a los comunistas de Terrassa durante el franquismo, que como José López Neiro y muchos otros militantes lucharon para conseguir las libertades democráticas en el camino de una sociedad más justa. Esto último que acabo de decir, dicho aquí, para quien no vivió la dictadura pueden resultar frases rimbombantes del combate por la libertad, pero pensemos un momento lo que significaba, lo que podía experimentar -dentro de un contexto de miedo, terror, represalias, torturas, marginación, incomprensiones de todo tipo- aquel o aquella que se comprometía en significarse como activista contra las injusticias y, especialmente, en un activo militante comunista del PSUC contra el fascismo. Si en democracia tiene sus riesgos significarse, decidir ser protagonista del juego y no objeto del juego, imaginar lo que eso supone en un régimen dictatorial. Un veterano luchador comunista me hacía la siguiente reflexión: «Desde que se desestructuró una realidad que pretendía ser alternativa al sistema capitalista parece que haya que avergonzarse, de haber sido o de querer seguir siendo un comunista no beato de ningún sitio, parece que se tenga que extirpar la función de la memoria y la función de la utopía en la vida» Algunos han visto la oportunidad para menospreciar la esperanza y el esfuerzo de quienes han luchado y todavía luchan por conseguir una sociedad más justa e igualitaria, desacreditando los ideales de progreso. Referirse a José López Neiro, des del punto de vista de militante del PSUC, entre los años cincuenta y setenta, es recordar actitudes y comportamientos que implicaban riesgos y sacrificios. Lejos de mi en esta intervención pretender explicar exhaustivamente lo que fue y significó la lucha antifranquista del Partido en Terrassa. Precisamente, en estos momentos un grupo de historiadores de la ciudad, entre los que se encuentran Manuel Márquez y Lourdes Plans, estamos en proceso de elaborar una memoria del Combate por la libertad en Terrassa. Por eso me tendréis que disculpar, especialmente quienes fuisteis participes o protagonistas de la lucha por los derechos democráticos, si en algún momento simplifico o esquematizo algunos hechos o acontecimientos.


La propuesta elegante de hacer un ejercicio de memoria histórica me pareció un compromiso inexcusable por razones de mi oficio en primer lugar. Soy de los que piensan que hay que hacer frente a un presente que se configura con silencios y ciertas dosis de indeferencia colectiva. En el gran río de la Historia (con mayúsculas) hay pequeñas historias que corren el riesgo de quedar borradas de la memoria lo que nos obliga a remontar la corriente si queremos repescar naúfragos olvidados para beneficio de la memoria colectiva de esta ciudad, que diría Claudio Magris Pero, también pesaron vivencias personales para estar hoy aquí. Lola, la mujer de José López Neiro que hoy nos acompaña con sus hijos y sus nietos, recordará que coincidimos muy cerca en Ca n’Anglada diversas familias, unas con más compromiso que otras, en unos tiempos en que la vida social era más próxima y más lenta. Recuerdo los años finales de la década de los sesenta, en el barrio de Ca n’ Anglada con casas que se habían construido con enormes sacrificios, población joven, mucha vida en la calle, sin asfaltar, sin urbanizar, con falta de equipamientos básicos si exceptuamos la iglesia y el cuartelillo en un extremo de la plaza y una barraca de la policía municipal. Aparte de la fábrica, donde se pasaban muchas horas, algún que otro bar y alguna que otra barbería configuraban escenarios de socialización en el barrio. A todo ello habría que añadir un espacio especial de complicidad, no tan ocioso y más comprometido: la militancia sindical y política contra el régimen en el PSUC. La vida no había sido fácil para aquellos que habían decido emigrar, pero había ilusión y cierta confianza en progresar. Aquella calle donde vivíamos era la expresión que se estaba conformando una ciudad que no tenía nada que ver con aquella Terrassa de 1939.
Recuerdo que vivíamos muy cerca familias antifranquistas (esto es muy fino, un termino moderno, porque en aquellos tiempos eran rojos, comunistas, subversivos, o folloneros). En pocos metros de distancia confluían la familia de López Neiro, Lorenzo Delgado, Salmerón, Núñez, más abajo a unos metros hacia el sur y también cerca en una travesía de la calle Agustín Romero Gata y Cipriano. Como veis todo un microcosmos peculiar muy influenciado por la política del PSUC y que seguramente también se estaba dando en otros barrios de la ciudad, como Can Palet, La Cogullada, Les Arenes, Sant Llorenç, El Torrente, Sant Pere… también con nombres y apellidos. Con esto no quiero decir que todo el mundo de la noche a la mañana se convirtiese en antifranquista y menos en activista, estaría deformando aquel tiempo. Pero con un trabajo paciente, se iban ramificando conocidos, simpatizantes, y el círculo se iba ampliando, ganando espacios de resistencia.
Dejando aparte las vicisitudes y las diferencias que se pudieran ir marcando con el tiempo en estas familias del barrio, unos iban adquiriendo conciencia y perdiendo el miedo mientras otros daban un paso mas organizándose para mejorar las condiciones de vida del barrio. Autoridades y gentes de orden se les empiezan a romper los esquemas no tan solo por el activismo de unos comunistoides decididos, como decían ellos en los informes, que se organizan en pequeñas células clandestinas y como se vio, con una valentía, capacidad de sacrificio y con capacidad organizativa para luchar contra un régimen fascista, sino porque aparecen en la escena del barrio unos jóvenes curas como Agustin Daura i Joaquim Garrit, que para asombro de propios y extraños, iban en vespa, fumaban, trabajaban en turnos de noche en alguna fábrica o taller y se negaban a cobrar los servicios parroquiales. Ocurrió también en la Parroquia de San Lorenzo en el barrio de Egara, con Sanchez Bustamante, Alejandro, Joan Rofes, Pep Ricard… que convirtieron las instalaciones parroquiales en centros logísticos al servicio de la lucha del movimiento obrero, precursor de la lucha antifranquista como se puede verificar en el archivo histórico del gobierno civil que esta repleto de referencias a la actividad antifranquista de Terrassa, especialmente de la actividad de los comunistas del PSUC i de los militantes de les Comisiones Obreras.
Como decía anteriormente, los círculos se iban ampliando. Mientras unos, sotto voce, ya se atrevían a decir: ganaremos al régimen; otros, los militantes comunistas lanzaban octavillas, protagonizaban huelgas, informaban, luchaban en la medida de sus posibilidades por dignificar las condiciones de vida y de trabajo. Cada vez había más gente que compartían las mismas esperanzas de cambio aunque por miedo y otras restricciones no compartieran las acciones. Siempre es la voluntad más importante que tener esperanza. Lo que determina el valor moral de una persona es lo que quiere y lo que hace, gran diferencia entre un demagogo, que provoca esperanza a base de charlatanería retórica y aquel otro que moviliza voluntades: de esto último hubieron muchos militantes del PSUC y de otras organizaciones clandestinas antifranquistas.
Permitirme un paréntesis de tiempo al tema la memoria y las dificultades para transmitir la experiencia. Vivimos cambios de valores. En poco tiempo hemos pasado de apenas saber escribir una carta a Internet Todo va a una velocidad muy grande, donde todo el mundo parece que tiene opinión, todo el mundo sabe de todo, donde se opone la opinión contra el saber, la personalización contra la argumentación, explicarse aburre, escuchar cansa. Todo tiene que ser rápido, y si se produce con espectáculo mejor. Los mecanismos de la transmisión de la memoria colectiva –llos recuerdos familiares, la cultura política….- se han desmembrado. En alguna ocasión jóvenes estudiantes me han preguntado si las batallas del abuelo o la abuela son historias de verdad, si es útil recordar, para qué sirve recordar. De manera simplificada respondo que la memoria sirve si la aprovechamos de manera ejemplar: es decir que las lecciones del pasado nos deberían inspirar para defender la justicia y sacar un provecho moral de la experiencia a la hora de actuar en el presente. Además es útil porque nos permite captar la complejidad de la vida con todos sus matices, en detrimentos de los silencios y las indiferencias del todo vale. Una sociedad espectadora, engreída, sin una pizca de interés por el pasado, tiene más puntos para que el mal gane terreno. Recordamos y olvidamos siempre desde nuestro presente con nuestros valores y nuestros intereses. Asistimos a un interés por la memoria, y bienvenida sea la recuperación de la memoria histórica siempre, pero seria injusto no reconocer el trabajo de algunos historiadores desde que acabó el franquismo. Dejando aparte intereses políticos, la densidad y velocidad de nuestra sociedad de la información, con sus ventajas, parece que acelera un envejecimiento cultural que hace más difícil la comunicación entre el pasado y el presente. Es evidente, por otra parte, que los momentos políticos favorecen o silencian un tipo de conocimiento histórico, e incluso contribuyen a anestesiar o revitalizar la conciencia histórica de la sociedad cuando interesa.
Durante la Transición hubo un interés por silenciar el pasado, las historias de los vencidos eran incómodas para quienes se acomodaban en las nuevas instituciones democráticas. Todo el mundo es igual delante del pasado. No hay que olvidar que hasta en la misma transición hubo víctimas, detenciones y encarcelamientos. Reivindicar la memoria histórica entonces estaba mal visto por aquellos que políticamente solo miraban su presente. Es el tiempo que se configura una explicación histórica donde las élites se convierten en las principales protagonistas de la consecución de las libertades políticas y se silencia mediaticamente el esfuerzo de la izquierda, que, como los comunistas del PSUC, las hicieron posible, saliendo progresivamente de la clandestinidad y fortaleciendo la sociedad civil antifranquista. Todo empieza a cambiar después de les elecciones de 1977: el deseo de incrustarse en el presente, ocupando espacios de gestión en las instituciones, provoca un abandono paulatino de la labor de masas y entre la población en general.Pero recordemos que la política es siempre conflicto de intereses, valores y opciones. Es una historia en presente, siempre contradictoria y conflictiva.
Volviendo a los años cincuenta. la llegada de immigrantes, las condiciones de vida y de trabajo son algunos de los factores que hacen precipitar cambios en el fortalecimiento de las redes clandestinas antifranquistas, empezando a forjarse un prestigio en la sociedad catalana. La experiencia compartida durante el franquismo es muy importante, como lo es o debería ser en cualquier otro momento. Nuevos terrassenses de los incipientes barrios tomaron conciencia de las injusticias y perdieron el miedo, y cuando se pierde el miedo se hicieron más valientes, y cuando aprendieron que tenían una cosa en común se volvieron más optimistas. Gente valiente y optimista se necesitan en todas las épocas. Especialmente en aquellos tiempos necesitados de solidaridad, hermosa palabra que procede de la palabra latina: solidus. Hace referencia a una realidad firme, potente, valiosa y la realizan personas que se vinculan entre ellas porque han pensado que no son seres aislados: la solidaridad implica generosidad. Veamos un ejemplo de lo que acabo de decir.
El 24 de agosto de 1983 nos dejaba José López Neiro después de una larga enfermedad en su casa en el barrio de Can Parellada donde vivia y donde habíamos vuelto a coincidir como vecinos. El jueves 25 por la tarde me acuerdo que se le despedía emocionadamente acompañado de familiares, amigos, y creo recordar con unas palabras de Juan Márquez donde destacaba la calidad humana de José López Neiro. Hacia 59 años que había nacido en Albuñol (Granada). Desde La Carolina, donde se había trasladado para trabajar de muy joven en las minas, emigró a Terrassa en 1947. Ese año habían llegado a la ciudad 2048 personas, la mayoría jóvenes, en una Terrassa que llega a tener 55.865 habitantes, casi cuatro veces menos de lo que es hoy. El 45 por ciento de los inmigrantes provenian de Andalucía. Venian de un mundo rural fuertemente jerarquizado acompañados de un equipaje donde cabía el temor, los nervios y las ilusiones. Justamente 29 años antes de su muerte, en 1954, había propuesto la entrada en el PSUC a un joven Cipriano García que había venido a vivir a Ca n’Anglada a principios de los años cincuenta, con una experiencia sindical en la mina manchega d’Almuradiel y con el precedente de haber tenido unos padres represaliados cuando acaba la Guerra Civil. Entonces López Neiro ya formaba parte de un núcleo de militantes comunistas que desarrollan su actividad en un momento en que el miedo, las sospechas y la represión hacían muy difícil fortalecer las redes de oposición clandestina. militantes como Antonio Casas, Juan Martínez Martínez, Agustin Romero, Fulgencio Moya, Indalecio González, Domingo Rivas, Juan Hernández, Celia García, Bartolomé Baños, Cayetano Jiménez, Arsenio Fernández, Francisca Redondo, Manuel Linares, …y muchos otros sabían que el compromiso personal implicaba el riesgo de padecer detenciones, torturas y encarcelamientos.
El comienzo de la militancia de José López Neiro en el Partido coincide con el abandono de la lucha armada en 1948. Nuevas orientaciones van permitiendo tener un contacto mas estrecho con los trabajadores, abandonando la actuación conspirativa y ultraclandestina, incorporando como responsables del partido a los propios obreros de las empresas que se destacaban en la conflictividad laboral. Se ponían las bases, con paciencia, para convertir el PSUC en un partido de masas con las limitaciones cuantitativas que imponía la clandestinidad y la represión. Hablar con la gente dentro de la fábrica, organizar protestas y huelgas, reclamar mejores condiciones de vida para los trabajadores, repartir octavillas, distribuir Treball y Mundo Obrero, denunciar la represión y participar en manifestaciones de protesta, eran actividades que formaban parte de la resistencia antifranquista de los militantes comunistas del PSUC, y hoy de la memoria de la lucha por las libertades democráticas. La activitad del PSUC crece a partir de la huelga de tranvias de marzo de 1951. A través de la infiltración en la C.N.S. (sindicatos verticales) se exigen mejoras salariales y cumplimiento de los convenios pactados en les empresas. Terrassa empieza a significarse con paros, huelgas , y las correspondientes detenciones y encarcelamiento de trabajadores: veamos lo que decía la prensa franquista en mayo de 1951:
«ya es suficiente y significativo que Tarrasa haya sido la ciudad en donde después de Barcelona mas eco encontró la maniobra de los agitadores. Muy lamentable ha sido cuanto acaecido en nuestra ciudad durante las últimas cuarenta y ocho horas. Lamentable la falta de civismo (...) Lamentable que algunos responsables de las empresas no dieran pruebas definitivas de su ciudadanía imponiéndose a sus indecisos obreros (...) Sin todas esas cosas lamentables ese comunismo que ha venido para vengar su derrota en nuestro suelo, navegando a velas desplegadas a favor de los gélidos vientos de la Rusia bolchevique, no hubieran podido mostrarnos sus orejas...»
El 16 de enero de año 1956 se produce la protesta contra la subida de las tasas del impuesto de circulación de bicicletas. Acostumbradas a tener controlada una ciudad y con la mentalidad fascista de postguerra el poder local observa que algo no funciona en el orden establecido. La respuesta es la represión: detenciones de militantes de PSUC como Luis Vega y miembros de la JOC. Dos meses más tarde Cipriano García es detenido mediante una denuncia previa del dueño de la empresa donde trabajaba, y con él 5 cargos sindicales, pasando 45 días en la prisión Modelo de Barcelona. La experiencia de los militantes del PSUC en Terrassa causa impacto en el I congreso del PSUC en agosto 1956 donde asisten como delegados Cipriano García, Indalecio González y Manuel Martínez. La infiltración en el sindicato Vertical se intensifica, se trata de perforar la CNS , combinando la legalidad y la ilegalidad. El año 1957, una caída en Barcelona de numerosos militantes del PSUC provoca la detención y encarcelamiento a finales de abril, mientras se preparaba la jornada del primero de mayo, de Cipriano, Indalecio González, Matías García, Salvador Guerrero, Juan Martínez y Antonio Martínez , todos ellos junto a Antonio Casas Cazorla y Ramon Vila, seran procesados en un Consejo de Guerra el 20 de junio de 1958.
La policía se empleo a fondo con los detenidos y habían pensado que el PSUC estaba desarticulado en Terrassa. A Juan Martínez, un militante comunista lo empezaron a maltratar en la propia fabrica donde fue detenido, y no seria la última a lo largo de la lucha antifranquista. Manuel Martínez Arcos, que havia organizado el Comité Local desde el año 1954 y había organizado la huelga de bicicletas no es detenido porque consigue huir con Miguel Núñez a Francia, los dos serán detenidos en el año 1958 cuando intentan otra vez reorganizar el PSUC y dentro de un contexto de huelgas en el sector del metal con detenciones en la AEG. López Neiro, es detenido por primera vez a principios de junio y el 16 de junio de 1959 ingresa en la prisión Modelo de Barcelona, acusado de reorganizar clandestinamente el PSUC. Tenía 34 años. El día de su detención, su padre sentado en la puerta había visto acercarse a su hijo que iba custodiado por dos personas, avisó a su mujer y le dijo que no le gustaban nada. No andaba equivocado, porque al acercarse los dos policías dijeron que se lo llevaban para unas horas y que después volvería. La detención se había efectuado en el trabajo, en la empresa AEG, donde había empezado a trabajar en enero de 1957. Permanecerá encarcelado hasta el 15 de febrero de 1960. El 16 de mayo del mismo año vuelve a ser contratado en la empresa AEG, porque mientras estuvo encarcelado pudo conseguir “una excedencia por incomparescencia”.
Mientras esta en la prisión nuevamente se producen detenciones que afectaron a diferentes celulas del PSUC en Terrassa. Cipriano García, Bartolomé Baños, Antonio Casas, Alejandro Vellaz, Antonio Villegas, con motivo de los hechos fets de Palau son acusados de promover una campaña a favor de la amnistia. El Inspector de policía de Barcelona, Antonio Creix, se traslada a Terrassa: un detenido, Julio Jiménez, vecino y militante en Can Palet, me recordaba: en aquel momento no supe que casas estaba también como yo, detenido, pero si que pude ver en un estado lamentable a Cipriano Garcia. De mas de 20 compañeros que fueron detenidos y sometidos a los interrogatorios del tristemente celebre Antonio Creix, solo 6 fueron juzgados y el resto fuimos puestos en libertad, gracias al comportamiento de Casas y otros miembros del PSUC como Bartolomé baños o el Cipriano Garcia que se responsabilizaron de todo y nos desligaron de cargos a todos los demas.” Dar la cara, hacerse responsable, sin facilitar ningún dato. Lopez Neiro decía siempre a su hijo José que en caso de detención, hay que metalizarse con la palabra NO. En marzo de 1961 Una carta del alcalde José Clapés Targarona dirigida al Gobernador Civil de Barcelona, Matías Vega Guerra , hace saber de la detenció de dos militantes del PSUC, en los siguientes términos: «Cúmpleme poner en conocimiento de V.E. que esta madrugada han sido detenidos por agentes de la Guardia municipal, tras accidentada persecución y de haber sido conminados con algunos disparos, dos elementos que distribuían en ingentes cantidades, hojas como las que acompaño, de burda confección doméstica. Los detenidos han sido entregados a los servicios de Informació de la Guardia Civil. Se llaman, Matías Aguilar Calleja y Agustín Romero Gata, ambos domiciliados en esta ciudad y peones. Repartían dicha propaganda, en motocicleta, propiedad de uno de ellos». Agustin Romero junto a Matias Aguilar son detenidos a tiros por la policía municipal en marzo de 1961 mientras distribuian octavillas…encerrados en el cuartel de la Guardia Civil son maltratados y torturados en las cuadras.


A pesar que durante los años sesenta la represión se sucederá la actividad política y sindical de los militantes del PSUC se intensifica, unos relacionados con tareas organizativas, otros en tareas de propaganda y otros implicados en el movimiento obrero, en CCOO, y como enlaces o vocales del Jurado de empresa, como fue el caso de José López Neiro. El partido había conseguido pequeños cambios al principio de los años cincuenta y comienza a ser un referente durante el despertar de una nueva conflictividad social durante los años sesenta, con la incorporación de una generación mas joven y con militantes que proceden de los sectores profesionales e intelectuales. A partir de 1966 la conflictividad social se recrudece con el cierre de empresas y los despidos, protestas por la subida de la carestía de vida, contra el referéndum de 1966, haciéndose mas intensas las concentraciones y movilizaciones promovidas por comisiones obreras, movimiento sociopolitico con una presencia importante de militantes obreros del PSUC. Se intensifican las reuniones de les CCOO los domingos en los bosques de las afueras de Terrassa ( fuente de las cañas, San Miquel de Gonteras, La Gripia, Can Parellada, Torrebonica...). Parece ser que el servicio de informació de la policia y de la Guardia Civil hacen esfuerzo para no perderse las reuniones com se puede reflejar en les notas informativas que confidencialmente se entregan a la Jefatura Superior de Policia, con bastante meticulosidad en los detalles y con apreciaciones sobre las diversas sensibilidades politicas en el movimiento obrero de Terrassa. Os cito un ejemplo: «al finalizar la misma se inició la colecta con destino a la familia de Juan Martínez Martínez, a la que todos fueron contribuyendo», «Las llamadas Comisiones obreras estan divididas en dos grupos: uno de ellos y el mas peligroso está formado por unos sesenta individuos de ideologia comunista, que son los clásicos agitadores activistas que se mueven en la sombra, y que son los organizadores de alteraciones laborales y manifestaciones callejeras, que al parecer actúan siguiendo las consignas que les llegan del exterior. El otro grupo está formado por unos cuatrocientos obreros en su mayoría apolíticos que se mueven a los dictados de la HOAC y la JOC, haciendo el juego a los dirigentes del grupo marxista».
Tambien se informaban de las manifestaciones. Tenemos un ejemplo del día 17 de febrero de 1967 que dice textualmente: «Sobre las 19,30 horas del día de ayer, un grupo de 200 obreros efectuaron una manifestación en Tarrasa, ocurriendo por la Rambla, dando gritos de “libertad”. Al salirles al paso la Policía Armada, marcharon en dirección a la via de los Ferrocarriles de Cataluña, desde donde arrojaron muchas piedras que recogían de la vía contra la Fuerza Pública, hiriendo a algunos guardias de más o menos consideración, practicándose varias detenciones. Se pudo observar entre los manifestantes, la presencia de algunos sacerdotes». Esta manifestación de febrero provoca un informe del Alcalde o­nandia entregado al Gobierno Civil de Barcelona, que dice entre otras cosas: « Entre los manifestantes se hallaban Mosén Rofes, sacerdote de la iglesia del Grupo Egara de la Parroquia de San Lorenzo del Munt, otro sacerdote cuya personalidad se desconoce, los conocidos comunistas Jacinto Avalos, Fernández Medina, el sastre de la calle Don Bosco y una joven de pelo rubio vestida con pantalón y cazadora de cuero, todos ellos conocidos y fichados por la policía. Nuevamente me permito resaltar ante V.E. la escasez de fuerzas de orden público en que Terrassa se encuentra, cosa que en este caso se demostró palpablemente por la impotencia en que se vio la Policía Armada destinada en esta ciudad. De seguir en estas circunstancias cada día será más difícil mantener el principio de autoridad, pues ante la inmunidad en que actúan estos agitadores se van envalentando más y cada vez es mayor su descaro, por lo que me temo que en el plazo no muy lejano, muy pronto tal vez, tengamos que lamentar algún muy serio acontecimiento».
Y sucedió el acontecimiento. La manifestación del 27 de octubre de 1967 impactó por el grado de respuesta a la represión produciéndose heridos de gravedad y 65 persones detenidas, no todas relacionadas con los hechos. Personas que estaban en la parada del autobús, los que llegaban con el tren a la estación, aquellos que paseaban por la Rambla fueron objeto de la represión. La llegada de la noche no significó un descanso para aquellos que mas se habían significado en la manifestación como tampoco lo fue para aquellos militantes del PSUC y activistas sindicales que ya estaban fichados por la policía. Los coches camuflados de la secreta y jeeps de la policía armada recorren los diferentes barrios buscando y deteniendo a dirigentes sindicales y militantes antifranquistes. De madrugada la policía detiene a José Lopez Neiro y durante un mes es encarcelado en la prisión Modelo entre el 28 de octubre y el 25 de noviembre. El abogado Sole Barbera tendrá que hacer un recurso para evitar ser sancionado con un expediente en la empresa AEG. Junto al resto de los detenidos pasan a la Jefatura de policía de Via Laietana de Barcelona donde padecieron los interrogatorios llenos de insultos y agresiones.
Mientras tanto la conflictividad social se sucede. En general, entre 1965 y 1970, son años de crecimiento del PSUC y en general de la activitad antifranquista. Nuevas generaciones se incorporan a la lucha y la creación de CCOO significa un gran salto adelante en este sentido. Permitirme otro paréntesis antes de proseguir sobre el tema de la conflictividad). Desde 1962 se havia impulsado en el PSUC la creación de las Juventudes Comunistas. Primeros núcleos de jóvenes comunistas se organizan alrededor de unos centros juveniles JG (un homenaje a Julian Grimau) en Las Arenas y en la Cogullada en primer lugar con jóvenes como Juan Márquez, Francisco Gordillo, Urbano, Doménec Martínez donde en su propio domicilio de la Cogullada se constituirá un club juvenil JG, Ubaldo Plaza (el chispa), Manuel Lopez “el serio”, Quim Gràcia, Consol Hernández entre otros. Todo este movimiento de jóvenes comunistas eclosionará en la constitución durante el mes de julio de 1970 de la JCC. Los jóvenes comunistas de Terrassa fueron los precursores de la JCC y de su extensión por el Vallés y Catalunya Estos jóvenes en Terrassa fueron los precursores de la JCC y de su extensión por el Valles y a Catalunya. Una investigación sobre el TOP revela un dato: el 50 por ciento de los procesados no superaba los 25 años.
Si tuviera que simplificar la conflictividad social a finales de los sesenta y principios de los setenta destacaría la lucha de los trabajadores de Materias Industriales durante el verano de 1969, con despidos y ocupaciones en la empresa y con la correspondiente represión. El conflcito de Laver-Schappe cuando los trabajadores empiezan a organizarse contra la imposición de la dirección de aumentar a 4 máquinas por trabajador con una intensa lucha contra las sanciones y despidos que acaba principios de marzo con una victoria: readmisión de toda la plantilla. Acto seguido el conflicto de AEG. La AEG era un centro importante del movimiento obrero en Terrassa. Se conoce la actividad militante dentro de la empresa desde finales de los años cuarenta pero fue a mitad de los sesenta cuando se produce un intensa actividad de las CCOO con una división entre los militantes del PSUC y los que pertenecían al FOC. El 28 de febrero de 1970 la empresa despide a dos vocales del Jurado de empresa, militantes del PSUC i de CCOO, Manuel Martínez López (el pecas), a quien López Neiro apreciaba, y Manuel González, acusados de promover asambleas y paros. El momento no era propicio para que pasara desapercibida la acción represiva, si tenemos en cuenta que se habían realizado paros parciales en solidaridad con los trabajadores de Laver Schpappe, y en un momento de tensión por las negociaciones del convenio. No pretendo relatar todo el conflicto sino destacar la figura de José López Neiro y los otros militantes comunistas que tuvieron que hacer frente a una de las experiencias de lucha obrera más duras e importantes que Terrassa había vivido durante la dictadura franquista. Supuso un gran reto personal y organizativo frente a la dureza de la dirección de la empresa en no aceptar la readmisión de los despedidos, y también frente a las divisiones que paulatinamente se iban produciendo entre los diferentes lideres sindicales. La tensión a lo largo del conflicto fue creciendo y había que darle una salida.
La duración de la huelga impactó en la ciudad. El comité de solidaridad haba recogido en setiembre un millón y medio de les antiguas pesetas para ayudar a los represaliados, despedidos y encarcelados. Entonces se tuvieron que pagar fianzas de 15.000, 25.000 y 30.000 pesetas. La protesta por las represalias llegó hasta Barcelona con el encierro en la Catedral de Barcelona que acabó en desalojo y abandono por parte del arzobispado. La tragedia de este conflicto seguramente fue llevarlo hasta el extremo de confundirlo con la toma definitiva del Palacio de Invierno, en vez de haber salido con algunas victorias parciales. No había un escenario de huelga general en las empresas en solidaridad con AEG y gradualmente se debilitó el movimiento. Se ha sustentado que la huelga de AEG significó la disminución de la actividad del movimiento obrero en Terrassa, seguramente pesaba mucho el impacto numérico de los 1800 trabajadores que conformaban la plantilla. Ahora bien, los informes laborales que elaboraba el servicio de información de la policia y la intensa actividad organizativa del PSUC y las CCOO me hace pensar lo contrario. Las protestas se sucedieron, las detenciones, los procesos de guerra y del TOP continuaron teniendo como protagonistas a los militantes terrassenses del PSUC. En el AHGCB he encontrado cientos de referencias de esta intensa actividad.
Una octavilla del PSUC con fecha de 21-2-73 decia: «Demà dijous, a les nou del matí, començarà al Govern Militar de Barcelona el Consell de Guerra contra els treballadors terrassencs Arsenio Fernández díaz, Juan Antonio Castilla Martin, Juan Utges, Matías Murena Polaina, Andres Gandullo Ruiz, José Serramo Navarro i Manuel Serrano Navarro. El fiscal sol·licita per als dos primers sis anys de presó, i quatre anys per als altres. Tots han estat acusats” d’agressió a la força”, després que foren detinguts el dia 3 de novembre de 1970, mentre més de 10.000 treballadors feien una vaga de protesta contra el Consell de Guerra de Burgos. El judici s’ha donat a conèixer aquest matí mateix per tal d’evitar la solidaritat amb els processats».
La actividad del PSUC es persistente en la colaboración con el Comité de Solidaridad, organizando actos unitarios con el catalanismo de izquierdas el 26 de setiembre de 1970: Catalunya 70 en el pabellón de la Sagrada Familia, la presencia constante en promover las CCOO, Las mujeres Democráticas, la formación de la comisión cívica el año 1969 precursora de la Assemblea de Catalunya, El trabajo entre el mundo profesional i intelectual de Terrassa, la política de unidad contra el franquismo, la necesidad de plantear respuesta a la problemática especifica de las mujeres, la conquista de la solidaridad con la presencia en el movimiento vecinal para dignificar la vida en los barrios. En definitiva muchos frentes abiertos con una presencia activa siempre de la militancia del PSUC.
José López Neiro fue un veterano militante de los que fueron necesarios en el PSUC para lograr estructurar una sociedad civil antifranquista. Fue fiel al partido pero sobre todo consecuente en dar ejemplo como persona. Fue una persona muy apreciada, querido por sus compañeros de trabajo. Como militante comunista fortaleció el partido en momentos difíciles como eran los años cincuenta y sesenta, siendo un referente para aquellos que se incorporaban con confianza en una lucha dura y no muy grata, sobretodo cuando además detrás había un núcleo familiar. Su tarea cotidiana fue honrada y sencilla, sin grandes pretensiones ni ambiciones, sin grandes ruidos. Él acostumbraba a decir que una persona que alardeara de ser comunista, una persona que se las diera de justa y fuese creíble, había de comenzar dando ejemplo en los sitios mas próximos de la cotidianidad: entre el entorno familiar, en el circulo de las amistades, en los círculos de las relaciones laborales, preocupado por no separar los puentes de comunicación entre las personas nunca a salvo de contradicciones y a veces de contrasentidos. Terrassa pudo convertirse en un punto de referencia importante de la lucha obrera y democrática gracias a la voluntad de militantes comunistas que como José López Neiro se organizaron en el PSUC, por la consecución de unos derechos democráticos y en la defensa de unos ideales en un tiempo donde la lucha por la libertad y el socialismo era el común denominador. Para acabar diría que, si luchas por la libertad y la dignidad individual y colectiva puedes perder; si no luchas ya estas perdido. Esta es probablemente una de las lecciones que nos han dado muchos militantes comunistas como José Lopez Neiro, y que seguramente nos añadiría, además, que para llenar la vida ante todo hay que ser persona. Él sin lugar a dudas lo fue. Os agradezco vuestra atención, Gracias.
http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=25311