
Estamos, por lo tanto, frente a un ataque sin precedentes contra los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora en el seno de la Unión Europea. La directiva aprobada pone de manifiesto la regresión en materia laboral de la Comisión Europa y supone la prolongación de las políticas neoliberales trazadas en el proyecto de tratado constitucional europeo, en la directiva Bolkenstein sobre la externalización de los servicios públicos y en el “Libro Verde” de la Comisión Europea sobre derecho laboral y flexiseguridad en el trabajo. Medidas que persiguen precarizar el mercado de trabajo, extender el dumping social y adecuar tanto la legislación laboral como la jornada de trabajo a las necesidades productivas de las multinacionales.
Desde el PSUC viu juzgamos como intolerable que la Comisión Europea muestre su satisfacción por la nueva directiva considerándola como “un paso adelante para los trabajadores que refuerza el papel del diálogo social”. Y resulta más inaceptable aún que se presente la directiva como una garantía de pleno empleo y estabilidad laboral. No en vano, la directiva representa un grave retroceso social a la vez que atenta contra una de las grandes conquistas sociales del movimiento obrero. Desde el PSUC viu rechazamos la directiva aprobada porque además perjudica de manera ostensible la salud laboral de los trabajadores y trabajadoras al alargar su tiempo de trabajo y deja en entredicho la conciliación de la vida laboral con la vida familiar.
Desde el PSUC viu emplazamos al conjunto de organizaciones políticas y sindicales a manifestar su rechazo y a movilizarse contra la directiva europea así como exigimos al gobierno central que se oponga activamente a la aplicación de la directiva en nuestro país y a cualquier revisión de la legislación laboral orientada a la ampliación de la jornada de trabajo.