dijous, 30 de juliol del 2009

Sobre la política municipal anticrisi

Desde Esquerra Unida i Alternativa de Terrassa valoramos positivamente la firma del pacto contra la crisis, que las fuerzas políticas con representación en el consistorio municipal suscribieron la semana pasada. Entendemos que las medidas adoptadas son necesarias para paliar, aunque sea de forma temporal, parte de las necesidades sociales que cada vez más ciudadanos y ciudadanas padecen, como consecuencia de la crisis y del aumento del paro. Dada la extrema necesidad de estas medidas hemos visto con demasiada lentitud y muy poca cohesión el proceso de negociación de este acuerdo.

Aún así, pensamos que se deberían haber tomado medidas más valientes y certeras. Por ejemplo, creemos que debería ser el Ajuntament de Terrassa el que gestionara un comedor social local y el reparto de alimentos entre las familias que ya no tienen ingresos por estar todos sus miembros en paro, personas disminuidas, viudas o jubiladas con pocos ingresos; y no dejar esta función a otro tipo de entidades privadas, esquivando el problema. El ayuntamiento debe responsabilizarse de la gestión de sus políticas sociales. Las medidas sociales que tomará el Ajuntament de Terrassa a raíz de este pacto local, aún siendo necesarias, se quedan cortas y son pobres en presupuesto; no se reconoce en su totalidad la problemática social de muchos barrios y muchas familias de la ciudad.

El Ajuntament ha invitado y se ha reunido con varias entidades de la ciudad para debatir y extender este pacto local. Se debería abrir a la participación del resto del tejido social y de las diferentes entidades sociales, políticas, vecinales y sindicales. También pensamos que estas medidas llegan con cierto retraso, ya que varias organizaciones de la ciudad llevamos un año reclamando por parte del ayuntamiento estas medidas sociales.

Comentario aparte sería el plan de austeridad interno del Ajuntament, echo a espaldas de los sindicatos y sin dialogar con ellos, comportando que no se les esté renovando el contrato a trabajadores con sueldos bajos, pero recolocando en otros departamentos a las personas con "sueldazos". Un ayuntamiento, una institución pública gobernada por la izquierda, no puede actuar como lo hace una empresa privada. No es de recibo este trato discriminatorio y clasista dentro del ayuntamiento.

Sobre las obras realizadas gracias al fondo estatal de inversión local (Plan E) creemos que se deberían crear comisiones de seguimiento (cuestión que no se ha hecho), así como informar debidamente al movimiento vecinal y a los vecinos de la realización de las obras. También denunciamos que no está habiendo el necesario cambio de modelo productivo, y que resulta ilógico que se siga apostando y centrando la política económica en la construcción y la especulación del ladrillo, máxime cuando este sector ha eclosionado y ha endurecido la crisis tan grande que vive nuestro país. Es positivo que estos fondos hayan recuperado y mantenido puestos de trabajo, aunque estén pensados en el "pan para hoy y hambre para mañana", ya que cuando se acabe el Plan E, ¿que ocurrirá con todas las empresas de la construcción y los puestos de trabajo? Además que no se ha conseguido recuperar tantos puestos de trabajo como prometía la propaganda municipal, ya que tan sólo una cuarta parte han sido contratados del Inem. Y la mayoría de estas ayudas han recaído en las grandes empresas inmobiliarias y de la construcción, cuándo las empresas que más necesitan estas ayudas son las pequeñas y medianas. También reclamamos al gobierno central que solucione el problema endémico de financiación que padecen nuestros ayuntamientos.

También resulta paradójico la actitud del Ayuntamiento los últimos años, realizando obras faraónicas (con un único interés privado y lucrativo) con dinero público, cuando ahora vendría tan bien todo ese dinero para obras y servicios sociales. Con varios barrios necesitados de centros públicos sociales, geriátricos, educativos o sanitarios, resulta de poco recibo las obras realizadas como la construcción de parkings privados (previa destrucción del aparcamiento gratuito), la remodelación del Teatro Principal (para albergar obras culturales solo asequibles para los más adinerados) o las diferentes obras deficitarias del Pla de Barris en Ca n’Anglada. Defenderemos un gobierno municipal de izquierdas que defienda los intereses del pueblo, de la mayoría, de los trabajadores y trabajadoras.

A pesar de la "orgía" de estos últimos días, en la que da la sensación que todos están a favor de la fusión de Caixa Terrassa, Caixa Sabadell y Caixa Manlleu, desde Esquerra Unida i Alternativa de Terrassa consideramos que esta fusión no va a beneficiar a la ciudadanía, y además creemos que los directivos de las tres cajas han aprovechado la coyuntura de la crisis para realizar una operación que en otra coyuntura las administraciones públicas no hubieran permitido. Esta fusión, que no va precedida de ninguna necesidad, ya que las tres cajas afirman no tener perdidas y que siguen teniendo beneficios, sólo servirá para concentrar mayores recursos financieros en menos manos y para reducir plantilla (ya han dicho que les sobran unos 300 trabajadores). Incluso seguramente hará reducir la ya cada vez más reducida obra social de las cajas.

Es lamentable que el gobierno siga inyectando astronómicas cantidades de dinero a las entidades bancarias, mientras éstas siguen sin conceder créditos a los trabajadores, trabajadores y la pequeña y mediana empresa; cuándo todos sabemos quienes han provocado esta crisis del capitalismo. Todos sabemos quienes están echando de sus casas a familias enteras en Terrassa, dejándolas en la calle por culpa de hipotecas abusivas. Referente a la banca nosotros seguimos defendiendo los valores y propuestas de Izquierda Unida de crear una banca social pública, y que las administraciones públicas tengan mayor peso en la gestión y en los órganos de las cajas de ahorro.

Para acabar, decir que desde EUiA rechazamos las palabras y propuestas de estos últimos meses de los dirigentes de la patronal terrasense CECOT, que al igual que la CEOE en el resto del estado, nos propone eliminar los más elementales derechos sociales y laborales de la clase trabajadora. Estas propuestas reaccionarias y clasistas se encuentran contra nuestra más firme oposición. Por ello creemos que este año más que nunca, la cena anual que realizarán a finales de octubre, la Nit de l'Empresari, la ciudadanía terrassense no tiene nada que celebrar allí, y por ello animaremos a movilizarnos en el "Sopar del Pobre" contra la derecha de nuestra ciudad concentrada en esta cena. La movilización es clave para defender nuestros derechos!!