Este fue el lema de la manifestación de Barcelona del sábado 29 de noviembre. Unas cinco mil personas se manifestaron de forma absolutamente pacífica. El cortejo lo acompañaba el consiguiente dispositivo policial al que ya nos tiene acostumbrados el señor Saura, consejero de Interior del gobierno tripartito y presidente de IC-V. La nueva izquierda “chic” del gobierno, tiene un miedo cerval a la movilización popular. Temen a los pacíficos manifestantes puesto que los pone y pondrá más aún en evidencia.
Las calles de Barcelona se están convirtiendo en un hervidero de protestas populares. Desde los diversos frentes en los que golpea la crisis económica, se quiere articular una respuesta, hace dos semanas 15000 manifestantes en contra de la nueva Ley de Educación propuesta por el Tripartido, manifestaciones casi diarias de las empresas en crisis, los estudiantes encerrados en las Universidades reclamando la abolición de Bolonia. Ahora las manifestaciones contra la crisis… Son respuestas fragmentadas, pequeñas aún, incapaces de desbordar de “momento” el entramado político que en Catalunya impide el desarrollo de una alternativa anticapitalista más allá de la actual representación institucional, pero es un comienzo. Así vemos como en la manifestación referida confluyeron los estudiantes encerrados en la Universidad, los representantes de empresas en crisis y colectivos de emigrantes.
Las perspectivas de paro en Cataluña son catastróficas, la cifra de más de medio millón de parados en el primer trimestre del 2009 se baraja a nivel oficial, actualmente sobre una población activa de 3 495000 la cifra de paro se sitúa en 377.999. La situación social en la medida que la crisis haga sentir con más dureza sus consecuencias directas se agravará. Cuando comiencen a acabarse los subsidios de paro y la situación hipotecaria para más y más familias sea insostenible la respuesta popular se acentuará. Los comunistas en Cataluña y España, tenemos tres grandes retos inmediatos, aprender de la realidad, crear resistencias desde la integración y la articulación social y potenciar alternativas a los procesos. Es una tarea ardua pero imprescindible si queremos que las posiciones de la izquierda anticapitalista y comunista cristalicen en amplios movimientos de resistencia y reacción popular.
Las calles de Barcelona se están convirtiendo en un hervidero de protestas populares. Desde los diversos frentes en los que golpea la crisis económica, se quiere articular una respuesta, hace dos semanas 15000 manifestantes en contra de la nueva Ley de Educación propuesta por el Tripartido, manifestaciones casi diarias de las empresas en crisis, los estudiantes encerrados en las Universidades reclamando la abolición de Bolonia. Ahora las manifestaciones contra la crisis… Son respuestas fragmentadas, pequeñas aún, incapaces de desbordar de “momento” el entramado político que en Catalunya impide el desarrollo de una alternativa anticapitalista más allá de la actual representación institucional, pero es un comienzo. Así vemos como en la manifestación referida confluyeron los estudiantes encerrados en la Universidad, los representantes de empresas en crisis y colectivos de emigrantes.
Las perspectivas de paro en Cataluña son catastróficas, la cifra de más de medio millón de parados en el primer trimestre del 2009 se baraja a nivel oficial, actualmente sobre una población activa de 3 495000 la cifra de paro se sitúa en 377.999. La situación social en la medida que la crisis haga sentir con más dureza sus consecuencias directas se agravará. Cuando comiencen a acabarse los subsidios de paro y la situación hipotecaria para más y más familias sea insostenible la respuesta popular se acentuará. Los comunistas en Cataluña y España, tenemos tres grandes retos inmediatos, aprender de la realidad, crear resistencias desde la integración y la articulación social y potenciar alternativas a los procesos. Es una tarea ardua pero imprescindible si queremos que las posiciones de la izquierda anticapitalista y comunista cristalicen en amplios movimientos de resistencia y reacción popular.
Parafraseando al “Che”:
“Tenemos la necesidad imperiosa de pensar, ¡imperiosa!”.
Eduardo Luque Guerrero
